La alimentación es una necesidad básica del ser humano. Para sobrevivir necesitamos adquirir nutrientes que proporcionen al cuerpo la energía necesaria para su crecimiento y supervivencia. Se trata de una función elemental en la vida que, muy a menudo, realizamos de manera automática e involuntaria. Sin embargo, comprender la importancia de los nutrientes que recibimos e identificar sus funciones en el organismo nos llevará a alimentarnos de manera consciente para sacar un mayor provecho de lo que consumimos diariamente.
¿Qué es un nutriente?
Los nutrientes son todas las sustancias que necesita el cuerpo para realizar correctamente el proceso del metabolismo, el cual consiste en descomponer lo que consumimos y transformarlo en los químicos y la energía que el organismo requiere para su correcto funcionamiento.
Aunque el cuerpo es capaz de modificar y ajustar los nutrientes que obtiene para crear exactamente lo que necesita, existen nutrientes imprescindibles que solo pueden obtenerse a través de los alimentos y se llaman nutrientes esenciales. Estos, a su vez, se dividen en dos categorías: macronutrientes y micronutrientes.
¿Cuáles son las diferencias?
La diferencia principal entre ambos radica en la dosis que el cuerpo requiere de cada uno. Los macronutrientes se necesitan en grandes cantidades porque representan la principal fuente de energía, mientras que la dosis de micronutrientes no necesariamente debe ser muy alta, ya que casi no aportan energía, pero sí participan en importantes procesos metabólicos. Ambos son absolutamente vitales para lograr una nutrición completa y provechosa.
Macronutrientes
Los nutrientes que entran en esta categoría aportan son los que aportan la mayor cantidad de energía al organismo. Dentro de esta familia de macronutrientes se encuentran las proteínas, las grasas y los carbohidratos.
Proteínas: Existe una gran variedad de proteínas con funciones diferentes, pero la base de su estructura siempre consiste en aminoácidos. Las proteínas son requeridas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de los tejidos, ya que básicamente son el material de construcción principal para los huesos, los músculos, la piel y los órganos. También tienen otras funciones como intervenir en el metabolismo y participar en el sistema inmunitario, entre otras.
Encuéntralas en: productos de origen animal como la carne de res, cerdo, pollo, pescado y marisco y huevos. También están presentes en legumbres, frutos secos y cereales.
Grasas o lípidos: Los lípidos son moléculas que se caracterizan por ser insolubles en agua y cuya función principal es la de aportar y almacenar energía. También participan en el transporte, absorción y formación de ciertas vitaminas. Los ácidos grasos (saturados e insaturados) y el colesterol se encuentran dentro de esta categoría.
Encuéntralas en: la carne, lácteos y derivados como la mantequilla y el huevo. También en algunas grasas vegetales como el aceite de coco, de palma, de oliva, el aguacate, los frutos secos y semillas.
Carbohidratos o glúcidos: Aunque a menudo son satanizados, los carbohidratos en realidad representan la mayor fuente de energía para el organismo. Van desde azúcares simples hasta complejos que funcionan principalmente en forma de glucosa, una sustancia necesaria para el sistema nervioso y el metabolismo normal de las grasas.
Encuéntralas en:los azúcares simples están presentes en la miel, la leche, la fruta. Por otro lado, los carbohidratos complejos están en el pan, la pasta, el arroz y los cereales y sus derivados en general.
Micronutrientes
Los micronutrientes son sustancias que trabajan en conjunto con los macronutrientes para realizar un sinfín de procesos en el cuerpo que son necesarios para mantener la vida. Se dividen principalmente en vitaminas y minerales.
Vitaminas: Las vitaminas son sustancias orgánicas que no son utilizadas para obtener energía. Su función es intervenir en la formación de enzimas y actuar como catalizadores para distintos procesos fisiológicos. En comparación con otros nutrientes, las cantidades que debemos ingerir son mínimas, pero indispensables para evitar graves enfermedades.
Algunos ejemplos de vitaminas que el cuerpo necesita son vitamina A, B, C, D, K, B1, B2 y B12, entre otras.
Minerales: Los minerales son compuestos químicos iónicos que actúan como reguladores en diversos procesos como la ósmosis, el metabolismo y el sistema inmunitario. Algunos minerales ayudan en la formación de estructuras sólidas del cuerpo como los huesos y dientes, otros están disueltos en el organismo.
Los minerales que necesitamos en cantidades más significativas son el zinc, el calcio, el magnesio, el sodio, el potasio, el fósforo, el hierro y el yodo, entre otros.
¿Cómo llevar una dieta balanceada?
Para que el cuerpo funcione de la mejor manera, necesitamos una dieta variada que incluya alimentos de todos los grupos para proporcionar al organismo con macronutrientes y micronutrientes. Aunque las dosis que se necesitan son distintas dependiendo de cada persona, lo que no cambia es que ambos tipos de nutrientes se necesitan mutuamente para vivir de manera saludable.